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Los 5 errores que debe evitar para publicar artículos durante la pandemia

Durante la pandemia por Covid-19 el número de publicaciones al respecto se ha ido incrementando. La investigación sobre Covid-19 no sólo es interesante para poder comprender más del coronavirus y sus repercusiones en la salud del ser humano sino también es atractiva por la publicidad que puede tener un hallazgo que se oriente en la dirección correcta. Por lo tanto, es imprescindible evitar errores que vayan en detrimento del artículo y que dañen a la comunidad científica brindándole conocimiento no esencial o equivocado.

Publicaciones que pueden ser perjudiciales

Mientras que antes de la pandemia el diseño de una investigación tardaba meses e incluso años, en este periodo, el mismo proceso se ha reducido a unos cuantos días. Una situación similar ha ocurrido con las revistas científicas cuyo lapso entre la recepción y la aceptación de un artículo también se ha reducido considerablemente. La rapidez de ambos procesos ha dado resultados que carecen del suficiente análisis, tienden a estar sesgados e, incluso, son contradictorios.

Ejemplos de esta situación son dos artículos publicados por revistas médicas de gran prestigio sobre el uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina (en The Lancet) y de medicamentos para la presión sanguínea (en The New England Journal of Medicine) que lejos de coadyuvar a la mejora de pacientes con Covid-19, los perjudicaban.

El riesgo evidente de este tipo de publicaciones repercute en el tratamiento que se dio a los pacientes con un medicamento que pudo tener consecuencias terribles e incluso fatales. Una vez que se dan a conocer las retractaciones en ambas revistas, puede existir un retraso de la información a la comunidad médica sobre los errores en estas dos publicaciones, particularmente en países en las que las condiciones de trabajo del personal clínico no sean buenas. Existen también publicaciones que podrían dar esperanzas no necesariamente ciertas a la población como el hecho de que el uso de la vitamina D sirve para la prevención del contagio por Covid-19 aunque otros opinan lo contrario.

La rapidez de dar a conocer algún resultado referente a la pandemia Covid-19 ha dejado en segundo lugar, inclusive, publicarlo en una revista científica. Una gran cantidad de resultados de investigaciones se han publicado como preprints o se han dado a conocer a los medios y al público en general sin que hayan sido verificados por un comité evaluador como se acostumbra hacer en las revistas científicas.

Un ejemplo de esta situación es el resultado de la simulación de la propagación de un estornudo hecha por un grupo de investigación en Finlandia que no fue publicado formalmente pero causó pánico. Otro ejemplo es un estudio realizado en California, Estados Unidos, con una población sesgada que aporta conclusiones inexactas sobre la tasa de letalidad en un preprint en MedRxiv y que fue politizado por grupos conservadores de ese país que argumentaban que el virus no es tan letal como se dice.

Políticos de varios países han sido criticados por la forma en que han manejado la pandemia y muchos de ellos podrían apoyarse en resultados científicos no verificados como argumentos para la toma de decisiones. En este sentido, el científico debe entender que la urgencia de contar con más resultados sobre tratamientos, estadísticas, comportamiento de la pandemia Covid-19 y otros aspectos relacionados, debe frenarse ante la certidumbre de que la investigación completa esté correctamente verificada en todos sus aspectos.

Los 5 errores que se deben evitar

Con la información que hasta aquí se ha revisado, podemos ver que los 5 errores que un investigador y las revistas científicas deben evitar para publicar artículos durante la pandemia son:

  • Usar datos sin verificación

En la retractación de la publicación en The Lancet sobre el uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina en tratamientos por Covid-19, los investigadores alegaron contar con datos que no estaban verificados. En el mundo, esta retractación (y la del The New England Journal of Medicine) los puso en el ojo del huracán con consecuencias negativas para los autores y para la revista. Casos como éste pueden tener graves repercusiones en una carrera como la pérdida de credibilidad e incluso, la pérdida de trabajo.

  • Priorizar la rapidez de la publicación en vez de la calidad

Publicar con rapidez un artículo en estos tiempos de pandemia puede ser atractivo para ayudar a combatir la pandemia Covid-19, e inclusive para obtener un gran número de citas. Sin embargo, conviene procurar tener la cabeza fría y ser crítico de la propia investigación para no provocar pánico en el mundo como en el caso de la simulación finlandesa de un estornudo en una tienda o dar esperanzas que podrían no ser ciertas como el que la vitamina D pueda prevenir el contagio de la Covid-19. Se pueden publicar resultados como preprint teniendo cuidado de haberlos discutido con otros investigadores de la comunidad, a fin de evitar conclusiones erróneas o sesgadas como en el caso del artículo de California que se usó para apoyar creencias políticas de la pandemia en Estados Unidos. La ventaja de publicar en una revista científica es que será analizada y todos esperamos que los editores también prioricen la calidad sobre la rapidez de una publicación.

  • Publicar resultados que requieren más comprobación

El ánimo de querer publicar cuanto antes y a toda costa puede limitar a los investigadores de ser más críticos con sus propios resultados. En el caso de la publicación controversial del uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina para combatir la Covid-19, es claro que los investigadores reflexionaron posteriormente sobre los aspectos de toda la investigación y llegaron a conclusiones opuestas. De haber esperado a un análisis más profundo, es muy posible que la historia fuera diferente. Así pues, aunque sea muy atractivo o urgente publicar, medite bien con sus colegas sobre todos los pasos seguidos en su investigación y las conclusiones obtenidas antes de darla a conocer.

  • Publicar resultados alarmantes

Los resultados que llaman la atención, ya sea positiva o negativamente, pueden ser muy atractivos para ganarse un nombre en la comunidad científica. Sin embargo, debemos reflexionar que el mundo enfrenta una pandemia por Covid-19 de grandes dimensiones debido a que las condiciones actuales han facilitado su propagación. Y aunado a lo anterior, las decisiones políticas están a la orden del día. Por lo tanto, como científicos, se debe de ser crítico e imponer una automesura en lo que se da a conocer. Piense que algo que usted diga puede perjudicar o dar falsas esperanzas. Esté seguro de lo que publique y evite la tentación de ser reconocido por algo que cause alarma.

  • Publicar resultados potencialmente dañinos

Por último, cabe reflexionar bien en las consecuencias de una publicación, pues esta pudiera ocasionar daños en vez de ayudar a combatir la pandemia Covid-19. En la publicación de The Lancet donde se sugería el uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina, la aplicación de estas sustancias pudo tener consecuencias graves en el sistema cardiovascular de los pacientes por Covid-19. Como hemos visto, existe ya una retractación y esperamos que estas sustancias no se usen más y que cualquier otro medicamento o tratamiento tenga una evaluación rigurosa antes de recomendarse para combatir a la enfermedad Covid-19, sobre todo, en estos tiempos en los que se lucha por encontrar una vacuna.

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